DUCHARSE CON LOS OJOS CERRADOS.
El otro día al meterme en la ducha, pensé en realizar a la vez, el trabajo de clase de los experimentos y me acorde de este, y ,me pareció divertido y rápido, hacer de lo cotidiano algo fuera de lo peculiar y experimentar esto así.Debo confesar,que al principio hice un poco de trampa ,a la hora de coger los shampoos y geles, y mire con el rabillo del ojo para no equivocarme y lavarme el pelo con gel de baño.Aunque debo decir que pese a mis pequeñas trampas, creo haber realizado el experimento,dentro de lo cabe, de una manera adecuada.
Al principio, me sentí un poco incomoda, y me resultaba un poco estúpido,al decir verdad, e incluso en algunos momentos llegue a sentir miedo por golpearme con alguna cosa, o al hacer un movimiento brusco,por ese motivo,mis acciones eran más lentas de lo particular y notaba que cada una de ellas las realizaba con un extremo cuidado y delicadeza.
También he notado que al no tener visión y carecer de un sentido,me centraba en otros sentidos,especialmente en el tacto.
Inconscientemente o conscientemente, he podido sentir muchísimo más la calidez del agua, el masaje de mis manos,la espuma en mis cabellos...
En definitiva,al carecer de un sentido, nuestro cuerpo hace centrarnos en otro,para reforzar el inactivo.
Este experimento ha hecho de algo cotidiano,un cúmulo de nuevas sensaciones.
La verdad es que creo que al hablar de sensaciones,con los ojos cerrados,es decir, desactivando nuestra vista por unos momentos, nuestro cuerpo tiende a sentir cuidadosamente y concretamente cada estimulo que percibimos.
Esta es otra de las experiencias que me habría gustado probar. La verdad, creo que es muy difícil ducharse de esta manera (más aún si te tienes que lavar el pelo). Sobre todo, porque hay que tener mucho cuidado de no resbalarse mientras uno se está duchando o de, como ha dicho Celia, echarse champú en vez de gel y viceversa.
ResponderEliminarMe parece fascinante como el cuerpo estabiliza los sentidos: si falta uno, los otros se activan con más fuerza.
Este experimento me parece muy difícil de realizar, por que como ha dicho celia algo que es habitual y fácil de esta manera se puede volver un tanto complicado, yo no creo que sea tanto la idea de equivocarte de champú o algo por el estilo, ya que como bien dice parece que se te agudizan mas los otros sentidos, así que si lo intentas mucho por el tacto y olor lo puedes deducir, yo creo mas bien que es la sensación de miedo como también a dicho ella, puesto que si es en una bañera miedo a caerte y si es en una ducha puedes chocarte con algo, bueno por último decir que me parece chulisimo este experimento y tu entrada me ha gustado mucho. Marián
ResponderEliminarEste experimento me parece un tanto difícil dado que al no mirar tienes mas posibilidades de no realizar la acción bien, pero por otro lado me llama mucho la atención, porque así podríamos fijarnos mas en ciertas cosas y veríamos la dificultad que seria hacer las cosas sin poder ver.
ResponderEliminarCuando leí la lista de experimentos en un principio pensé en hacer este, pero otro me llamó más la atención. Sin embargo un dia, antes de meterme en la ducha me acordé y decidí llevarlo a cabo. Efectivamente me pasó lo mismo que a ti, hice pequeñas trampas por si me resbalaba, pues me sentía insegura. También comprobé cómo otros sentidos se agudizaban, sobre todo el tacto a la hora de coger los botes de gel y champú y extenderlos sobre el cuerpo. En definitiva me parece muy detallada la forma en la que has escrito tu experiencia, así como la manera en la que la has vivido. Resulta interesante cómo actuamos cuando carecemos de uno de los sentidos más importantes como es la vista.
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